Es curioso cómo uno puede pasar por etapas en las que puedes dedicarte a doscientas cosas a la vez, y aún así llegar a encontrar ciertos «tiempos muertos» en los que puedes hacer incluso más cosas, y pasar por otras en las que hay días en los que no puedes permitirte el lujo de dedicar 30 segundos a calentar la leche para el café por la mañana. Curiosamente, y dada la situación actual, puedo presumir de estar ahora en la segunda situación. Eso sí, bastante cansado (y desanimado en ocasiones), pero contento en cualquier caso.
Así que como tantas otras veces, la carpeta se va llenando de proyectos sin realizar, para en un futuro volver a rescatar, cuando el tiempo y la situación lo permita, lo que me parece que no va a ser en breve. Al menos, no a un año vista, pero quién sabe.
En cualquier caso, y aprovechando que parece que la carga afloja, al menos si la comparamos con los últimos meses, aquí queda este mensaje. Y ya veremos si cae alguno más, aunque a los diez borradores sobre libros leídos en el último año y medio habrá que ir haciéndoles un hueco. Y a la reseña de Decadencia y caída del Imperio Romano de Edward Gibbon, que me ocupa las pocas horas de lectura que voy rascando, y que quiero ir preparando aunque aún me queden los dos últimos volúmenes.
Y por hoy nada más, sólo esperar que os guste el nuevo nombre (sólo ha llevado cinco años bautizarlo).
2 Comments
Marcos said:
29 abril, 2011 a las 16:59
Qué coincidencia… como diría Juanra… En días como hoy hace un año…
Fernando said:
29 abril, 2011 a las 17:17
Y sigo aún más hasta arriba, como bien sabes. Y con 21 borradores pendientes de editar, uno por cada libro que he ido leyendo…